Cómo hacer un escape room en clase que involucre a los niños en el desarrollo

Los escape rooms son una actividad emocionante y desafiante que involucra la resolución de acertijos y enigmas para lograr escapar de una habitación.

Pueden ser una excelente herramienta de aprendizaje para involucrar a los estudiantes en el proceso educativo de una manera lúdica y participativa. En este artículo, te mostraremos cómo desarrollar un escape room en clase que involucre a los niños en el proceso de desarrollo.

Temática del escape room

Lo primero que debes decidir es el tema del escape room. Puedes elegir cualquier tema que esté relacionado con el plan de estudios o simplemente que sea de interés para los niños. Algunas ideas podrían ser un escape room temático de ciencia, matemáticas, historia, literatura, entre otros.

Diseño de los acertijos

El diseño de los acertijos es la parte más importante del escape room. Deben ser acertijos desafiantes pero no imposibles, y deben estar diseñados para fomentar la colaboración entre los estudiantes. Involucra a los niños en el proceso de diseño, y pide sugerencias sobre los acertijos y enigmas que podrían incluirse.

Creación del ambiente

El ambiente de la habitación es clave para crear una atmósfera emocionante y realista. Decora la habitación con elementos relacionados con el tema del escape room y utiliza iluminación y efectos de sonido para crear una experiencia envolvente, bajar persianas y encender linternas puede valer para crear atmósfera. Pide a los niños que ayuden en la creación del ambiente, por ejemplo, mediante la creación de carteles o la creación de objetos decorativos.

Roles y personajes

Los roles y personajes son importantes para crear una experiencia inmersiva. Asigna a cada estudiante un personaje que tenga un papel específico en el escape room, por ejemplo, el encargado de la lógica o el encargado de la búsqueda de pistas. Crea personajes que estén relacionados con la temática del escape room para hacer la experiencia más interesante.

Retroalimentación y mejora continua

Una vez que hayas desarrollado el escape room, es importante pedir retroalimentación a los estudiantes sobre su experiencia. Pide comentarios sobre lo que les gustó y lo que no, y utiliza esta información para mejorar la experiencia en el futuro. También puedes hacer ajustes a medida que avanza el escape room, según las necesidades de los estudiantes.

En conclusión, desarrollar un escape room en clase que involucre a los niños en el proceso de desarrollo puede ser una herramienta educativa emocionante y efectiva. Al involucrar a los estudiantes en el proceso, estarás fomentando la creatividad, la colaboración y el pensamiento crítico, todo mientras se divierten resolviendo acertijos.

¡Prueba esta idea en tu próxima clase y sorprende a tus estudiantes con una experiencia única y emocionante!